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jueves, 11 de agosto de 2011

Combatir la fuerza, con la fuerza.

En 1967, durante la guerra de Vietnam, 220.000 manifestantes marcharon frente al Pentágono, en Washington DC, exigiendo la paz. El entonces presidente Nixon, ordenó un inusitado despliegue militar en el que intervinieron 20.000 miembros de la guardia nacional, de la policía y de un cuerpo especial  de marines y paracaidistas. Tras varios altercados violentos, la mayoría de los manifestantes fueron encerrados en un estadio de futbol y el resto, cuando se llenaron las cárceles, durmieron en el patio con temperaturas cercanas a los 0ª.
 
Lo que hoy he escuchado ha hecho tambalear mi idea de un mundo moderno y democrático. David Cameron acaba de anunciar la intervención de las fuerzas armadas en las manifestaciones, una medida totalmente desmedida, y fuera de lugar, ademas, los comisarios de policía “irresponsables políticamente” serán sustituidos por otros elegidos democráticamente  a dedo. Un oportuno parlamentario añadió que hay que combatir la fuerza, con la fuerza, lema que Cameron a aprobado.

Si ocurriera eso, ¿en que se diferenciaría Cameron  de, según sus palabras,  esos antisistema o criminales de los que tanto despotrica? ¿Que diferencia un chaval de 17 años tirando ladrillos, de un soldado armado con balas de goma?.Otro parlamentario añadió que los manifestantes apresados, deberían ser inmediatamente encarcelados. Cameron ante esta medida solo añadió que “si fuera posible”, serian llevados ese mismo día ante un tribunal.

 Creo que a Cameron se le esta yendo de las manos todo este tema y se adentra en un camino de facilidad que es muy difícil de abandonar.

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